domingo, 10 de marzo de 2013

SECRETOS Y ARCHIVOS SECRETOS DEL VATICANO- PROFECÌAS-SAN MALAQUÌAS, LA VISIÒN DE FÀTIMA, LA PROFECÌA DE FÀTIMA: EL FIN DE LA IGLESIA CATÒLICA¿EL PRÒXIMO PAPA , EL ÙLTIMO¿


Los archivos secretos del Vaticano

“En el Vaticano, lo que no es sagrado es secreto”


Para muchos su existencia es materia de innumerables novelas y teorías conspirativas, para otros, no es más que un órgano que posee cualquier Estado en el mundo. Sin embargo, el secretismo con que en muchos casos es resguardado así como el extremo celo con que los documentos son cuidados, hacen pensar a muchos que el archivo del Vaticano oculta más que registros y papeles históricos, sino información tan valiosa y trascendente que su conocimiento público podría incluso cambiar la percepción de los fieles frente a su Iglesia.

¿Pero cuáles son los documentos más importantes de este archivo? ¿Cuáles son los que tanto investigadores, periodistas y escritores, mueren por conocer?

La muerte de Juan Pablo I


El 28 de septiembre de 1978, y tras 33 días ocupando el cago máximo de la Santa Sede, el Sumo Pontífice, Juan Pablo I, fue hallado muerto en su habitación del Vaticano. Según informaciones oficiales, el Papa Luciani habría fallecido debido a un infarto agudo de miocardio producto de una mala dosis de su medicamento, sin embargo, algunos investigadores sostienen que lejos de una muerte natural, el llamado Papa de la sonrisa, habría si objeto de un atentado gestado en los círculos más internos de la Iglesia y la mafia italiana.

Cabe destacar que el cuerpo del Papa pasó por un necropsia forense que concluyó que la muerte se había producido por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador recetado por teléfono por el doctor de cabecera, Da Ross, sin embargo, el médico rechazó prontamente tal información al aclarar que no le había recetado nada al Papa aquella noche, ni las anteriores, debido principalmente a que éste gozaba de buena salud.

Asimismo, la religiosa que encontró al Santo Padre en su lecho, Sor Vicenza, aseguró que Juan Pablo I, yacía en su cama extrañamente con el rostro calmado y en una posición de reposo, algo que no coincide con la violenta muerte que supuestamente hubiera tenido si tuviera un ataque cardíaco.

Los que apoyan esta teoría conspirativa sostienen que ni tan obtuvo el Papado,
 Juan Pablo I expresó su férrea voluntad realizar una reorganización general del Instituto para Obras de Religión (IOR) o Banco Vaticano, y la lucha directa en contra de la mafia y la masonería.

Los archivos referentes a la muerte del Santo Padre así como la investigación realizada en torno a ella, están guardados en estos archivos en donde ninguna persona, tan sólo el Papa de turno puede acceder


Otro de los principales documentos estaría referido al sucesor de Juan Pablo I, el llamado Papa del Pueblo,
Juan Pablo II.

Luego de sufrir el atentado del 13 de mayo de 1982 a manos del terrorista turco
 Alí Agca, Juan Pablo II, siete meses después, tuvo un encuentro de 18 minutos con su atacante.

El tema de la conversación entre ambos personajes es hasta el día de hoy un misterio, es más, el propio Papa luego de su entrevista declaró a los medios de prensa que aquel encuentro era
 “un secreto que no me pertenece y que debo respetar". Esto indicaba que Juan Pablo II le dio a la plática categoría de Confesión, es decir, a partir de ese momento era imposible que fuera revelado al público.

Sin embargo, y según fuentes oficiales, el Sumo Pontífice le habría relatado al entonces Cardenal y hombre de confianza, Luigi Poggi, los pormenores de dicha conversación. A su vez, Poggi habría redactado un informe en donde detallaba los puntos tocados en esa extraña reunión. El documento actualmente se encuentra en los archivos vaticanos y tiene la categoría de Secreto Pontificio, es decir, que nadie, salvo el Papa, puede leer, publicar, difundir o dar a conocer el citado archivo al público.

Sin embargo, muchos investigadores han especulado sobre los posibles temas que pudieron tratar, para algunos, el Papa habría tenido un gran interés por conocer los motivos que propiciaron a
 Alí Agca ha llevar tal acto, según estiman estos investigadores, la idea de que el atentado estaría vinculado con el Tercer Secreto de Fátima, era algo que provocó en el Papa tal interés.

Otros, señalaban que
 Juan Pablo II quería como es lógico, conocer la identidad de los autores intelectuales del crimen, esto se desprende porque en el libro “Memoria e Identidad” el Santo Padre asegura queAgca “no era más que un asesino a sueldo”, desechando así las teorías que sugerían que el turco habría actuado por iniciativa propia.

Justamente, los nombres y los países involucrados en este atentado internacional estaría en el informe escrito por Luigi Poggi.

No obstante, el Monseñor Stanislaw Dziwisz, secretario personal de
Juan Pablo II en ese entonces, señaló que a Agca “sólo le interesaba el Tercer Secreto de Fátima” y las profecías vinculadas al Fin del Mundo, es más, le pidió a Juan Pablo II que le diga algo al respecto pero el padre se negó a comentarle algo señalando simplemente, que el secreto sería revelado a su debido tiempo.

Libros apócrifos y cartas polémicas

Por último, el archivo guarda documentos importantes para la historia como son los primeros evangelios prohibidos o los que hasta la fecha son considerados apócrifos y no son conocidos ni por investigadores ni estudiosos, así como diversas actas firmadas, cartas y documentos de la diplomacia vaticana, entre éstas las más importantes la petición de la anulación matrimonial del Rey Enrique XVIII de Inglaterra cuya negación provocó el rompimiento de las relaciones entre el Vaticano y Gran Bretaña, así como documentos del Papa Pío XII y sus presuntos lazos con el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Es más, el último investigador que tuvo el permiso para investigar los archivos fue el historiador John Cornwell, quien con la excusa de escribir un libro biográfico del citado padre publicó el libro titulado El Papa de Hitler, hecho que provocó polémica dentro de la Iglesia Católica, a partir de esa fecha, el Vaticano consideró que los documentos podrán ser solicitados luego de 70 años de ocurridos los hechos a investigar.

Datos a tomar en cuenta

Como dato extra se sabe que los archivos completan cerca de 50 kilómetros de estanterías, comprendidos por más de 50 mil volúmenes de los cuales miles aún se encuentran sin clasificar, es decir, que su contenido aún no ha sido revisado ni siquiera por los propios miembros del Vaticano incluidos el propio Pontífice.


¿Sobre qué hablaron Juan Pablo II y Ali Agca?




¿Sobre qué conversaron Juan Pablo II y Ali Agca? ¿Qué animó a ambos entablar esa reunión del 27 de diciembre de 1982? ¿Qué quería Agca y qué el Papa?

La entrevista duró 18 minutos, tiempo más que suficientes para que dos personajes, uno de ellos la máxima cabeza del catolicismo, y el otro, un asesino a sueldo, intercambiaran dudas, interrogantes e ideas.

El Papa no dio tregua a especulaciones, ni bien concluyó su entrevista con el que hacía dos años fue su atacante, declaró a los medios de prensa que aquel encuentro era “un secreto que no me pertenece y que debo respetar". Esto es, Juan Pablo II dio a la conversación categoría de Confesión, es decir, que era imposible de que fuera revelado al público sobre el contenido de este particular encuentro.

Pero no todo está perdido, se sabe que existe en el Vaticano, un informe detallado sobre el contenido de esa conversación bajo el testimonio del propio Papa Juan Pablo II.

Se dice, que una vez terminada la reunión el Pontífice ordenó al Cardenal y hombre de confianza, Luigi Poggi, la redacción de un informe en donde el Papa detallaría cada uno de los elementos tratados en ese encuentro.

El documento está archivado bajo la categoría de Secreto Pontificio, es decir, que nadie, salvo el Papa, puede leer, publicar, difundir o dar a conocer el citado archivo, esto último es algo que para muchos investigadores, es casi imposible que suceda.

¿Qué hablaron?

Es justamente este secretismo lo que ha impulsado a cientos de investigadores a especular sobre el verdadero contenido de esa conversación. Contenido que no sólo explicaría los eventos pasados que rodearon el atentado contra el Papa, sino y sobre todo, los eventos futuros relacionados principalmente con las profecías del Fin del Mundo.

Las investigaciones aseguran por ejemplo, que uno de los principales motivos que impulsaron a Juan Pablo II a reunirse con su atacante fue la de conocer quién o quiénes estaban interesados con acabar con su vida. Al parecer, Ali Agca le confesó en esa conversación a Juan Pablo II los nombres de las principales cabezas que estaban detrás de su atentado. Esto se deslinda por diversas opiniones de Su Santidad, cuando en su libro Memoria e Identidad, asegura que Agca “no era más que un asesino a sueldo”, desechando así las teorías que sugerían que el turco habría actuado por iniciativa propia.

La otra posibilidad, la da el propio Agca, quien ha asegurado que él le demandó al Papa que diera a conocer el verdadero contenido del Tercer Secreto de Fátima, pues consideraba que en él se hallaba la fecha del Fin del Mundo e incluso, las referencias sobre el próximo Anticristo.

Agca consideraba que Juan Pablo II sabía de ello pero que éste se negó a decirle algo al respecto. El Papa le señaló que el secreto sería revelado a su tiempo, esto es, cuando Sor Lucía falleciera, según un pedido que la propia religiosa habría hecho.

La confirmación de que la reunión se centró sobre este secreto, la da el Monseñor Stanislaw Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II en ese entonces quien ha dicho que a Agca “sólo le interesaba el secreto de Fátima”.

Agca nunca se arrepintió

Es más, Stanislaw asegura que en esa conversación no hubo en ningún momento un acto de arrepentimiento por parte de Agca. El religioso asegura que nunca le escuchó decir al sicario alguna disculpa cuando estuvo cerca al Papa.

“El Papa lo había perdonado (a Agca) públicamente ya en su primera alocución después del atentado. Por parte del prisionero nunca le he oído pronunciar las palabras: Pido Perdón”. Aseguró.
 Percy TaIRA

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