martes, 16 de abril de 2013

LOS SECRETOS DE LA ANTARTIDA- ALEMANES Y OVNIS EN EL POLO SUR- ENIGMAS- ENIGMAS

GRANDES ENIGMAS Y MISTERIOS DE LA HISTORIA 

EN LA COCTELERA DE LA CLEPXYDRA

LA TOMA ALEMANA DE LA ANTÁRTIDA
LOS MISTERIOSOS VIAJES ALEMANES AL POLO SUR 
 
 La historia de la exploración antártica alemana se remonta al año 1873, cuando Eduard Dallmann  por encargo de la Sociedad Alemana de Viajes Navales Polares, con su barco "Grönland" (Groenlandia en español) descubrió nuevas regiones y pasos en las aguas antárticas. Entre otras, descubrió la isla llamada Kaiser-Wilhelm en la salida oeste de la Bismarkstrasse a lo largo de las islas Biscoue. Los alemanes ya entonces se mostraron innovadores en la exploración de las regiones polares, pues el "Grönland" era el primer barco de vapor que exploraba las aguas antárticas
 En los siguientes 60 años tuvieron lugar otras ocho expediciones así como dos expediciones fundamentales, para ser exactos en 1910 bajo el comando de Wilhem Filchner  con el barco "Deutschland", así como en 1925 con el barco polar "Meteor" bajo la dirección del Dr. Albert Merz.
 
 GRANDES ENIGMAS DE LA HISTORIA  Y DE LA HUMANIDAD    
 LA ENIGMÁTICA BELLEZA DEL POLO SUR, ENCIERRA SECRETOS QUE SALEN A LA LUZ
  La toma Alemana de la Antártida
La Antártida, (el polo sur), con sus 14 millones de Km2 sigue siendo el continente más enigmático y poco conocido de nuestro planeta. El hallazgo de un enorme lago de agua dulce, emplazado por debajo de la espesa cubierta de hielo de la Antártica Oriental, ha sorprendido a los científicos de todo el mundo.
 La Antártida es cuatro veces mas grande que los Estados Unidos, tiene el continente mas cercano que es Sudamérica (La tierra de Fuego) a 3000 Km., su altitud máxima es de 5.000 metros (la mayor del planeta) es el mas antiguo continente compuesto en su mayoría de altas montañas recubiertas de hielo y grandes lagos interiores, es fácil esconder una base sin ser descubierta jamás y mas aun si es subterránea fuera del alcance de los satélites espía, además de que la Antártica hoy en día solo ha sido explorada una mínima parte.
 La Antártida, el continente desconocido
Por lo que se refiere a la Antártida, es importante la utilización que de ella hicieron los navíos de la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine). Durante la Segunda Guerra Mundial estaba sin cartografiar y resulta que los lobos de mar al mando del Almirante Dönitz sabían de la existencia de las grutas antárticas donde un navío se podía cobijar sin ningún problema, llevar a cabo reparaciones, descansar la tripulación y estar tranquilamente sin riesgo alguno a ser localizados.
 Pero los planes del Tercer Reich y las actividades de la Kriegsmarine respecto del territorio antártico iban mucho más lejos: los alemanes reclamaron la soberanía sobre un enorme territorio antártico al que denominaron “Neuschwabenland” (Nueva Suabia, en español). En éste territorio construyeron varias bases permanentes, siendo la principal la denominada como “Neuberlin” (Nuevo Berlín).
 
 GRANDES ENIGMAS DE LA HISTORIA  Y DE LA HUMANIDAD  
 En 1938 se realizó una expedición alemana al Antártico, transportada por el En 1938 se realizó una expedición alemana al Antártico, transportada por el s Schwabenland. Los alemanes se atribuyeron 600.000 Km. cuadrados de 
terreno, al que bautizaron como "Neuschwabenland" (Nueva Suabia). Era una región sin 
nieve, con montañas y lagos. Flotas enteras de submarinos del tipo 21 y 23 tomaron 
más tarde la ruta hacia Neuschwabenland. Hasta hoy, más de cien submarinos 
alemanes desaparecieron ahí. Entre otras cosas estaban equipados con tuba Walter, 
que les permitía permanecer varias semanas bajo el agua. Podemos imaginar que 
huyeron a Neuschwabenland con los discos voladores desmontados a piezas, o que por

portaaviones Schwabenland. Los alemanes se atribuyeron 600.000 Km. cuadrados de 
terreno, al que bautizaron como "Neuschwabenland" (Nueva Suabia). Era una región sin 
nieve, con montañas y lagos. Flotas enteras de submarinos del tipo 21 y 23 tomaron 
más tarde la ruta hacia Neuschwabenland. Hasta hoy, más de cien submarinos 
alemanes desaparecieron ahí. Entre otras cosas estaban equipados con tuba Walter, 
que les permitía permanecer varias semanas bajo el agua. Podemos imaginar que 
huyeron a Neuschwabenland con los discos voladores desmontados a piezas, o que por Página 122 de 292 
lo menos se llevaron los planos de construcción. También podemos suponer, dado que 
las pruebas de vuelo fueron coronadas por el éxito, que al acabar la guerra trasladaron 
directamente allí los discos voladores. 
Esa suposición puede parecer atrevida a más de uno,  sin embargo hay indicios 
importantes que permiten imaginar que aconteció así.  
Podemos entonces preguntarnos 
:  
¿Por qué en 1947 los Aliados invadieron la Antártida a los órdenes del almirante E. 
Byrd,? Si sólo era una expedición, ¿por qué Byrd tenía a su disposición 4.000 soldados, 
un barco de guerra, un portaaviones totalmente equipado y un completo sistema de 
abastecimiento?  
Disponía de ocho meses, y sin embargo fue obligado al cabo de ocho semanas a 
interrumpirlo todo, tras haber sufrido enormes pérdidas de aviones. El número exacto 
jamás fue públicamente comunicado. ¿Qué había pasado?  
El almirante Byrd explicaba más tarde a la prensa: "Es duro de comprender, pero en 
caso de una nueva guerra, deberemos esperar ataques de aviones que pueden volar de 
uno a otro polo ". Dejaba así translucir que allá abajo había una civilización avanzada 
que se servía, de acuerdo con las SS, de una tecnología superior.
En su libro Zeitmaschinen (Máquinas de Tiempo) donde entre otras cosas, se pregunta 
qué pasó con los Haunebu, Norbert Jünge-Ratthofer escribió: "A partir de mayo de 
1945, los artefactos espaciales Haunebu I, II y III e incluso los discos voladores 
espaciales Vril 1 desaparecieron de repente sin dejar pistas [...]"  En ese contexto, es 
extremadamente interesante saber que el  Haunebu III del Reich alemán, tras su 
prueba de vuelo nº 19°, habría puesto rumbo a Marte, en una expedición espacial, el 20 
de abril de 1945, despegando de Neuschwabenland, entonces oficialmente un inmenso 
territorio del Reich alemán en la Antártida oriental.  
Ignoramos qué pasó. Un año más tarde, en 1946, numerosos objetos luminosos de 
origen desconocido, pero indudablemente fabricados de forma artificial, se avistaron 
sobre Escandinavia, provocando una gran conmoción tanto en los Aliados orientales 
como occidentales. 
Un año más tarde, en 1947, y durante los años 50, los objetos voladores luminosos 
fueron apareciendo en Norteamérica en número cada vez mayor. Ciertamente estaban 
pilotados por seres inteligentes, y con frecuencia eran redondos, en forma de disco o 
de campana. A veces también eran “objetos voladores no identificados” en forma de 
cigarro, a los que denominados como Ovnis. Página 123 de 292 
Existen autores que dicen que, por lo general, estos “Ovnis” no se asemejaban a los 
fabricados por el Reich alemán. Sobre ese punto discrepo. Material fotográfico bien 
documentado demuestra que desde 1945, y en especial la versión  Haunebu II fue 
avistada, incluso frecuencia. Si como yo, el lector se hubiera interesado desde los 10 
años en el mundo técnico de los Ovnis, podría verificar que, entre los casos en que 
hubo contactos personales con tripulante de Ovnis, existe un porcentaje
particularmente elevado de seres muy hermosos de raza “aria”, rubios de ojos azules, 
que hablaban el alemán corriente u otro idioma con acento alemán (para los enterados, 
mencionamos el caso de Adamski, en 1952, el caso de Cedric Allingham, en 1954, y el 
de Howard Menger, en 1956). 
También se dice que existen fotos en color de un disco volador tripulado por hombres 
que aterrizó para despegar seguidamente, y sobre el cual estaban dibujadas dos 
cruces, una Balkenkreuz y una cruz gamada. Esas fotos fueron tomadas en los años 70 
en la RDA por un guarda nocturno. 
A propósito de los ingenios voladores arriba mencionados existe un buen dossier de 
fotos y películas, como por ejemplo, la documentación en 60 mm, UFO Geheimnisse des 
3.° Reiches (Secretos de los Ovnis del 3.° Reich) (MGA Austria/Royal Atlantis - Film 
GmbH). Citamos también el dossier del americano Vladimir Terziski, que con ocasión 
de la conferencia sobre Ovnis en septiembre de 1991 en Phoenix, Arizona, proyectó 
diapositivas durante tres horas, y mostró las fotos de naves alemanas, de planos de 
construcción y de bases subterráneas alemanas. El libro del comandante del ejército 
italiano del aire Renato Vesco resulta también muy interesante, así como el de Rudolf 
Lusar: "Die Deutschen Waffen und Geheimwaffen des Zweiten Weltkrieges und ihre 
Weiterentwicklung" (Las armas alemanas y las armas secretas alemanas de la Segunda 
Guerra Mundial y su desarrollo ulterior); J. F. Lehmanns Verlag, München, 1971.  
¿Comprendéis ahora por qué todo lo qué se refiere a los Ovnis pasa por la 
mistificación de los grandes medios de comunicación, y especialmente en Alemania? 
Teniendo en cuenta este plan alemán, el mundo de la prensa y de los medios de 
comunicación, controlado por los Illuminati gracias al lobby anglo-americano-sionista, 
está  preparado para invertir enormes sumas de dinero con tal de impedir al ciudadano 
alemán que investigue este terreno. 
La pregunta que podemos hacer ahora es la siguiente:  
¿De dónde obtuvieron los conocimientos indispensables para la const
portaaviones Schwabenland. Los alemanes se atribuyeron 600.000 Km. cuadrados de 
terreno, al que bautizaron como "Neuschwabenland" (Nueva Suabia). Era una región sin 
nieve, con montañas y lagos. Flotas enteras de submarinos del tipo 21 y 23 tomaron 
más tarde la ruta hacia Neuschwabenland. Hasta hoy, más de cien submarinos 
alemanes desaparecieron ahí. Entre otras cosas estaban equipados con tuba Walter, 
que les permitía permanecer varias semanas bajo el agua. Podemos imaginar que 
huyeron a Neuschwabenland con los discos voladores desmontados a piezas, o que por Página 122 de 292 
lo menos se llevaron los planos de construcción. También podemos suponer, dado que 
las pruebas de vuelo fueron coronadas por el éxito, que al acabar la guerra trasladaron 
directamente allí los discos voladores. 
Esa suposición puede parecer atrevida a más de uno,  sin embargo hay indicios 
importantes que permiten imaginar que aconteció así.  
Podemos entonces preguntarnos 
:  
¿Por qué en 1947 los Aliados invadieron la Antártida a los órdenes del almirante E. 
Byrd,? Si sólo era una expedición, ¿por qué Byrd tenía a su disposición 4.000 soldados, 
un barco de guerra, un portaaviones totalmente equipado y un completo sistema de 
abastecimiento?  
Disponía de ocho meses, y sin embargo fue obligado al cabo de ocho semanas a 
interrumpirlo todo, tras haber sufrido enormes pérdidas de aviones. El número exacto 
jamás fue públicamente comunicado. ¿Qué había pasado?  
El almirante Byrd explicaba más tarde a la prensa: "Es duro de comprender, pero en 
caso de una nueva guerra, deberemos esperar ataques de aviones que pueden volar de 
uno a otro polo ". Dejaba así translucir que allá abajo había una civilización avanzada 
que se servía, de acuerdo con las SS, de una tecnología superior.
En su libro Zeitmaschinen (Máquinas de Tiempo) donde entre otras cosas, se pregunta 
qué pasó con los Haunebu, Norbert Jünge-Ratthofer escribió: "A partir de mayo de 
1945, los artefactos espaciales Haunebu I, II y III e incluso los discos voladores 
espaciales Vril 1 desaparecieron de repente sin dejar pistas [...]"  En ese contexto, es 
extremadamente interesante saber que el  Haunebu III del Reich alemán, tras su 
prueba de vuelo nº 19°, habría puesto rumbo a Marte, en una expedición espacial, el 20 
de abril de 1945, despegando de Neuschwabenland, entonces oficialmente un inmenso 
territorio del Reich alemán en la Antártida oriental.  
Ignoramos qué pasó. Un año más tarde, en 1946, numerosos objetos luminosos de 
origen desconocido, pero indudablemente fabricados de forma artificial, se avistaron 
sobre Escandinavia, provocando una gran conmoción tanto en los Aliados orientales 
como occidentales. 
Un año más tarde, en 1947, y durante los años 50, los objetos voladores luminosos 
fueron apareciendo en Norteamérica en número cada vez mayor. Ciertamente estaban 
pilotados por seres inteligentes, y con frecuencia eran redondos, en forma de disco o 
de campana. A veces también eran “objetos voladores no identificados” en forma de 
cigarro, a los que denominados como Ovnis. Página 123 de 292 
Existen autores que dicen que, por lo general, estos “Ovnis” no se asemejaban a los 
fabricados por el Reich alemán. Sobre ese punto discrepo. Material fotográfico bien 
documentado demuestra que desde 1945, y en especial la versión  Haunebu II fue 
avistada, incluso frecuencia. Si como yo, el lector se hubiera interesado desde los 10 
años en el mundo técnico de los Ovnis, podría verificar que, entre los casos en que 
hubo contactos personales con tripulante de Ovnis, existe un porcentaje
particularmente elevado de seres muy hermosos de raza “aria”, rubios de ojos azules, 
que hablaban el alemán corriente u otro idioma con acento alemán (para los enterados, 
mencionamos el caso de Adamski, en 1952, el caso de Cedric Allingham, en 1954, y el 
de Howard Menger, en 1956). 
También se dice que existen fotos en color de un disco volador tripulado por hombres 
que aterrizó para despegar seguidamente, y sobre el cual estaban dibujadas dos 
cruces, una Balkenkreuz y una cruz gamada. Esas fotos fueron tomadas en los años 70 
en la RDA por un guarda nocturno. 
A propósito de los ingenios voladores arriba mencionados existe un buen dossier de 
fotos y películas, como por ejemplo, la documentación en 60 mm, UFO Geheimnisse des 
3.° Reiches (Secretos de los Ovnis del 3.° Reich) (MGA Austria/Royal Atlantis - Film 
GmbH). Citamos también el dossier del americano Vladimir Terziski, que con ocasión 
de la conferencia sobre Ovnis en septiembre de 1991 en Phoenix, Arizona, proyectó 
diapositivas durante tres horas, y mostró las fotos de naves alemanas, de planos de 
construcción y de bases subterráneas alemanas. El libro del comandante del ejército 
italiano del aire Renato Vesco resulta también muy interesante, así como el de Rudolf 
Lusar: "Die Deutschen Waffen und Geheimwaffen des Zweiten Weltkrieges und ihre 
Weiterentwicklung" (Las armas alemanas y las armas secretas alemanas de la Segunda 
Guerra Mundial y su desarrollo ulterior); J. F. Lehmanns Verlag, München, 1971.  
¿Comprendéis ahora por qué todo lo qué se refiere a los Ovnis pasa por la 
mistificación de los grandes medios de comunicación, y especialmente en Alemania? 
Teniendo en cuenta este plan alemán, el mundo de la prensa y de los medios de 
comunicación, controlado por los Illuminati gracias al lobby anglo-americano-sionista, 
está  preparado para invertir enormes sumas de dinero con tal de impedir al ciudadano 
alemán que investigue este terreno. 
La pregunta que podemos hacer ahora es la siguiente:  
¿De dónde obtuvieron los conocimientos indispensables para la const
El Almirante Dönitz, que estaba al mando de la flota de submarinos del Tercer Reich, había declarado durante la guerra lleno de orgullo: “La flota alemana de submarinos está orgullosa de haber construido para el Führer, en otra parte del mundo, un Shangri-La, una fortaleza inexpugnable” Expedición Alemana Antártida 1938-1939. Recordemos algo, este señor, Dönitz, no era ningún “"APARECIDO,"era el comandante en jefe de toda la flota marina Alemana, dudamos mucho que emitiría semejante comunicado como el citado anteriormente sin ser verídico.
La historia de la exploración antártica alemana se remonta al año 1873, en los siguientes 60 años tuvieron lugar otras ocho expediciones. En los años previos a la guerra, los deseos hegemónicos de los jefes militares alemanes se hicieron cada vez más fuertes, teniendo la firme intención de construir una base militar en el hielo antártico. En ese tiempo no existía sobre el Polo Sur tratado internacional alguno y una toma de posición respecto a tales deseos territoriales poco antes del estallido de la inminente guerra mundial pareció, estratégicamente hablando, tener mucho sentido.
 En colaboración con la Lufthansa alemana, se desarrolló y llevó a cabo la idea de una operación político-militar, no obstante bajo la apariencia de ‘operación civil’. El mando de esta empresa la recibiría el experimentado capitán polar Alfred Ritscher. Como barco se eligió el “Schwabenland” (Suabia en español, el nombre de una región alemana), un barco portador de hidroaviones de la Lufthansa desde el que, con ayuda de catapultas de vapor, podían despegar hidroaviones Dornier “Wale” de 10 toneladas de peso.
 A mediados de Noviembre de 1938, mientras se preparaba el barco “Schwabenland“, la Sociedad Alemana de Viajes Navales Polares invitó a Hamburgo al por entonces ya legendario explorador antártico norteamericano Richard Byrd, con motivo del visionado especial de su nueva película antártica. Esta película fue proyectada en Urania, Hamburgo ante 82 asistentes, de los cuales 54 eran miembros de la tripulación del “Schwabenland“, como forma de adiestramiento y preparación ante la inminente expedición.
 Ironía de la historia que exactamente este Richard Byrd en el año 1947 con el rango de almirante de los EE.UU. dirigiera la mayor operación militar en la Antártica, la Operación Highjump. Todo indica que aquella hasta hoy secreta operación, que muy probablemente tenía como objetivo la destrucción de la base alemana conocida como ‘base 211‘, fracasó completamente.
¿Qué estaban haciendo realmente los Alemanes en la Antártida? ¿Acaso tenia algo que ver con la tecnología Vril que tanto estudiaron? Muchos hemos pensado erróneamente que solo hay instalaciones civiles, pero hemos estado equivocados. Existen bases militares tanto Rusas como Norteamericanas con personal civil de apoyo pero bajo jurisdicción militar.
La magnitud del esfuerzo aeronaval sumado a trascendidos sobre algunos de los verdaderos objetivos de la misión, serán motivo de especulación todavía décadas más tarde sobre sus verdaderos fines.
Como se comentó antes, esta operación estaba destinada a durar al menos 8 meses, sin embargo tan solo después de 6-8 semanas todo este contingente regresa. Pero esto no queda aquí, no solamente regresaron sino que NO lo hicieron todos. Se calcula que las bajas fueron de 1500 soldados, aviones y barcos completamente destruidos; pero ¿por quien?
 Fuertes rumores apuntan a una posible batalla entre los Norteamericanos y los Nazis que anteriormente habían declarado tener bases en la Antártida; y como muestran los hechos, los Norteamericanos regresaron vencidos.
Felipe Botaya escribe en sus libros toda la experiencia que ha tenido a lo largo de sus investigaciones, su trilogía de libros sobre la segunda guerra mundial ha dejado a muchos pensando. Sus libros son “Antártida 1949 – La guerra que nunca existió”; “Kronos, la puerta del tiempo – El arma más poderosa del tercer Reich” y “Operación Hagen – El proyecto de investigación nuclear que pudo haber cambiado la segunda guerra mundial”
Según el investigador portugués J. Garrido, una semana antes de la rendición alemana en 1945, el comandante de la flota de submarinos alemanes, Almirante Doenitz, afirmaba que nunca se rendiría a los Aliados.
 
 Si el propósito declarado de la operación era el del entrenamiento de personal y puesta a prueba de equipos militares en condiciones extremas, ¿por qué era necesario enviar tantos barcos, unidades y soldados y por qué se prohibió la presencia a observadores extranjeros?
Sin saberse por qué, Byrd regresa a Estados Unidos en Febrero de 1947 y declara en una entrevista que le hace un reportero que era “necesario para los Estados Unidos tomar acciones defensivas contra aviones de combate enemigos que vienen de las regiones polares” y que en caso de una nueva guerra “los Estados Unidos serían atacados por aviones que pueden volar de un polo a otro con increíble velocidad“. Otras extrañas declaraciones realizadas en Estados Unidos por Byrd y otros militares en ruedas de prensa hablaban de avistamientos y encuentros con aeronaves de altas capacidades no comparables con los mas avanzados aviones a reacción de la época.
Debo escribir este diario a escondidas y en absoluto secreto. Se refiere a mi vuelo Ártico del 19 de febrero del año 1947. Vendrá un tiempo en el que la racionalidad de los hombres deberá disolverse en la nada y entonces se deberá aceptar la inevitabilidad de la Verdad. Yo no tengo la libertad de divulgar la documentación que sigue, quizás nunca verá la luz, pero debo, de cualquier forma, hacer mi deber y relatarla aquí con la esperanza de que un día todos puedan leerla, en un mundo en el que el egoísmo y la avidez de ciertos hombres ya no podrán suprimir la Verdad. Richard Byrd
 GRANDES ENIGMAS DE LA HISTORIA  Y DE LA HUMANIDAD  






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