viernes, 5 de abril de 2013

LOS FÒSILES DE VILLA DE LEYVA-RELATOS FANTÀSTICOS DE LA CLEPXYDRA



Restos Fòsiles en Villa de Leyva, y el Valle de Saquencipá
“ El valle està limitado por los riachuelos de Sutamarchàn y Càchira, y es una fracción de la antigua y transformada planicie lacustre que comienza en Ràquira……..Abundan esparcidas muchas piedras oblongas y esféricas formadas  por capas concéntricas de carbonato calizo ligeramente coloreadas por el òxido de hierro, y con un núcleo  a veces de arena fina, a veces de una sustancia que parece restos del tejido y película de una gran semilla monocotiledonea, o frecuentemente vacìo, como si hubiera desaparecido el molde (….) la muy notable circunstancia de hallarse  entre Sàchica y Monquirà un extenso banco en que yacen profusamente amontonadas infinidad de amonitas perfectísimas, que miden desde un centímetro hasta màs de un metro de diámetro”  
Manuel Ancìsar


Y todo son meras Piedritas, donde hay fòsil, donde hay todas esas piedras bonitas de antecedentes que serìan, que habrìan; pero, en esos fòsiles se vinieron a contener algunos animales, los peces que habrìan antes  porque esto dizque era un mar; eso dicen! Quien sabe!
“ En la primera época había muchos fòsiles y nadie sabìa que eso era una riqueza y tenía mucho valor; la gente los recogían, los rompìan y los echaban a quemar para la cal, puès había muchas caleras. En ese entonces encontrè una piedra como  la cabeza de un animal y con unos dientes preciosos, perfectamente el animal petrificado, para mì era solo una piedra y luego llegó un tipo y me dijo que esa piedra era un animal, yo le respondì: ¡ como puede ser un animal si es una piedra!, y me explicó que en esa época había una sustancia que petrificaba los àrboles, los animales, todos, en piedra; yo le regalè esa cabezaza de un mastodonte y me dije, estas piedras valen y principiè a recogerlas y yo las vendìa.
Cuando estaba en la Acciòn Comunal me enterè que habían encontrado  un animal muy grandísimo, fuì y lo mirè  y era verdad que era un gran fòsil, y llegó un señor y le dijo a Tito Hernàndez que era el dueño de la tierra que le vendiera ese fòsil, y llegamos y le dijimos que la Acciòn Comunal le podía reconocer eso, que no debía dejarlo sacar porque vaía mucha plata, que màs bien cobrara la entrada, Pasò el tiempo y llegó el cura Huertas, con otro cura y tres policías, diciendo que se lo llevaban, ya tenìan una tractomula para sacarlo; a Tito lo metieron tres veces a la cárcel por defender eso, y ahì principiè a reclamar casa por casa y me decían: no nos importa, pero al final los pude convencer, se reunió la gente, mujeres, niños, todos con palos y garrotes y se fueron a reclamar el fòsil y los amenazaron que traerían la policía y el ejército. A eso se reunió más gente del pueblo, bajaron los carros llenos, y ahì esos señores decían que se había hecho una guerra chiquita, ¡ pero que guerra chiquita! nosotros estábamos defendiendo nuestro patrimonio que se querìan llevar; al final sacamos al cura Huertas y la Junta de Acciòn Comunal quedó mandando en el fòsil, se le hizo enramada y se inaugurò con una gran fiesta.
Narradora: Eduarda Rodrìguez
Tomado del libro.
MEMORIA HISTÒRICA E IMAGINARIOS DE VILLA DE LEYVA
ARANGO-TREJOS-LAGOS
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