Una noticia
dada a conocer este lunes por The Sun indica que la Atlántida, aquel mítico
continente que, según la leyenda, desapareció hace unos 10.000 años bajo las
aguas del Océano Atlántico, puede haber sido descubierta.
Así por lo
menos lo aseguran los científicos canadienses Paul Weinzweig y Pauline
Zalitzki, que mediante el uso de un robot sumergible confirmaron su existencia:
en el fondo del océano, a la profundidad de unos 700 metros cerca de las costas
de Cuba, se ubican las ruinas de una gigantesca ciudad hundida.
Los científicos empezaron su investigación
hace unos 10 años, aunque su trabajo se obstaculizó, debido a que no pudieron
encontrar fondos suficientes para la creación de un robot sumergible.
La ciudad, que incluye al menos cuatro
pirámides gigantes -una de ellas de cristal-, además de otras estructuras, se
encuentra sorprendentemente dentro de los límites del legendario Triángulo de
las Bermudas. Según se apunta, el complejo cuenta también con magníficas
esfinges y un idioma escrito grabado en las piedras, que tienen varios cientos de
toneladas.
Pauline
Zalitzki afirma que el complejo pertenece a un periodo preclásico de la
historia de América, poblado por "una civilización avanzada de origen
desconocido”. "Es asombroso.
Lo que observamos en las imágenes en alta
resolución del sonar, son llanuras interminables de arena blanca, y en el medio
de esta bella arena se aprecian claramente diseños arquitectónicos hechos por
el hombre.
Es como
cuando sobrevuelas un proyecto urbano en avión y ves las autopistas, túneles y
edificios", destaca Zalitzki.
El
investigador agrega: "No sabemos con certeza lo que es, pero no creemos
que la naturaleza sea capaz de producir arquitecturas simétricamente planeadas,
a no ser que sea un milagro” puntualizó.
Como sabéis,
se dice que la Atlántida era
una isla de grandes dimensiones que podría considerar un continente, y que fue
destruida por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras
dejándola por siempre sumergida bajo las aguas y olvidada en el pasado.
Sus
habitantes poseían una tecnología y cultura muy superior a la de los
contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las
culturas mundiales.
Asimismo
su ubicación estratégica les permitía el acceso a culturas tan dispares como la
egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos
los mares y océanos del planeta.
La similitud entre estructuras arquitectónicas
como las pirámides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras
en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben
según los partidarios de la existencia de dicha isla o continente y a la
influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los
habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas
de todo el mundo.
La
leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los
diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente
que vivía en una isla “más allá de las columnas de Hércules” (nombre antiguo
del Estrecho de Gibraltar).
Él
aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído
en Egipto que una isla había sido destruida “al oeste” como consecuencia de un
gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas.
En más
o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y
abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de
Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las
aguas.
Si bien
esta noticia sobre su descubrimiento no es nueva porque otros ya dieron a
conocerla anteriormente, lo extraño es que a pesar de todas las evidencias, no
se haya organizado oficialmente una expedición científica con todos los
recursos económicos y tecnológicos disponibles para desentrañar este misterio
de una vez por todas ¿no les parece?
http://inframundo.blogspot.com
MÀS DE LA ATLANTIDA
El
20 de febrero de 2009, en la portada del periódico The Sun podía leerse el
siguiente titular: «¿Se trata de la Atlántida?». En realidad, los periodistas
del diario británico se hacían eco del descubrimiento, en las profundidades del
Atlántico, de lo que semejaba la estructura de una ciudad, con calles y edificios.
En
el artículo se incluía una fotografía obtenida con el programa Google Earth.
Gracias
a su versión 5.0 se pueden recorrer, además de la superficie terrestre, los
fondos marinos. Utilizando dicho programa, es posible localizar la aparente
estructura urbana en las siguientes coordenadas: 31º24’21.38" norte y
24º24"22.70" oeste.
Este
lugar se encuentra en la denominada «Llanura Abisal de Madeira» y, más
concretamente, en el área conocida como Great Meteor East (GME), a unos 5.300 ó
5.400 metros bajo las aguas, es decir, dentro de la zona más profunda del
Océano: la abisopelágica.
Cualquiera
que observe el área en cuestión con el Google Earth, se dará cuenta de que la
estructura, de forma rectangular, está dividida por grandes calles o muros.
Sin
embargo, el mismo programa posee una herramienta capaz de medir las distancias,
con lo que obtenemos que los supuestos muros o zanjas tendrían una anchura de
kilómetro y medio, algo del todo impensable en el diseño de una urbe.
El
atlantólogo Georgeos Díaz aporta en su página web (http://www.antiquos.com)
una serie de argumentos que tiran por tierra la posibilidad de que el
descubrimiento esté relacionado con la Atlántida descrita por Platón.
En
primer lugar, aduce que las medidas de la ciudad no coinciden con las ofrecidas
por filósofo griego, pues según éste, la isla tenía una longitud, en su lado
mayor, de 555 kilómetros, mientras que la estructura hallada gracias al Google
Earth sólo es de 160.
En cuanto a la orientación de la supuesta
ciudad sumergida, no se corresponde con la mencionada por Platón, ya que
debería estarlo hacia sur.
Por
último, los canales que se aprecian en la imagen de Google tampoco concuerdan
con la descripción de Platón.
En
el Critias leemos que la metrópolis atlante se hallaba a 50 estadios del mar, y
su construcción circular concéntrica –que no aparece en los restos hallados–
estaba separada del puerto también por 50 estadios de longitud, lo que también
contradice el descubrimiento publicado por The Sun.
Por
si fuera poco, la profundidad del lugar tampoco es la mencionada por Platón
pues, aunque todo el terreno hubiera sufrido un hundimiento, la superficie de
la isla nunca hubiera podido encontrarse en la ladera inferior de la llanura
abisal de Madeira.
Además
estos restos sumergidos no serían tales, sino una serie de Datos de Reflexión
Sísmica Marina (MSRD, sus siglas en inglés), que mostrarían la proyección de
líneas sísmicas empleadas en algún sondeo batimétrico (estudio de las profundidades
oceánicas mediante el trazado de mapas).
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