EL RINCÓN DE MARTE
La NASA enviará a Marte un “hijo” de Curiosity
Curiosity
En plena ola de éxito del vehículo
Curiosity, la NASA ha anunciado que enviará
a Marte otro laboratorio rodante, en
2020, basado en los mismos avances tecnológicos que tan buen resultado están
dando, lo que permitirá desarrollar la nueva misión con bajo coste y menor
riesgo que la actual.
Los objetivos científicos del nuevo robot se
definirán a partir de ahora y luego, como es habitual en las misiones
científicas, se evaluarán y seleccionarán las propuestas de instrumentos de
investigación que hagan los investigadores para el futuro vehículo.
El Curiosity descendió en el suelo
marciano el pasado agosto para una misión de dos años de duración, con un coste
total de 2.000 millones de euros. Su sucesor, ahora anunciado, encaja
presupuestariamente en el plan de financiación de la NASA a cinco años vista
propuesto por el presidente Obama, y está abierto a contribuciones de
futuros socios internacionales, indica la agencia espacial en un comunicado.
El rover de 2020, ha explicado la
NASA, se inscribe en su programa plurianual de exploración de Marte
reestructurado, que incluye dos próximas misiones ya aprobadas: en 2013 partirá
el Maven (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) para ponerse en órbita del
planeta rojo; después, en 2016, llegará la hora del Insight, un módulo fijo en
la superficie marciana para hacer estudios sísmicos y del interior del planeta.
La agencia espacial estadounidense
también incluye en su plan la colaboración en el programa ExoMars de la Agencia
Europea del Espacio (ESA), pese que a el pasado febrero canceló su
participación mayor en el mismo por sus recortes presupuestarios. Ahora su plan
se limita a aportar equipos de comunicación y un instrumento científico en el
vehículo europeo de 2018.
La ESA contaba con la avanzada experiencia
tecnológica del otro lado del Atlántico para la crítica fase de descenso en el
suelo marciano de su primer rover marciano y, tras la retirada de la NASA, ha
recurrido a la colaboración de Rusia en la misión, que aportará los
lanzamientos y el desarrollo de un sistema de descenso alternativo.
Aun así, Exomars (formada por un equipo en
órbita de Marte en 2016 y un laboratorio rodante de superficie en 2018) lleva
años pendiente de completar la financiación necesaria, que supera los mil
millones de euros.
La NASA tiene ya en su palmarés
varios éxitos en la siempre difícil operación de descenso en el mundo vecino.
Además de los dos módulos fijos Viking en los años setenta y el Phoenix (2008),
los vehículos rodantes Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity lograron
cumplir satisfactoriamente la llegada al suelo marciano. En el capítulo de los
fracasos figura el Mars Polar Lander (1999).
(Con información de El País)
No hay comentarios:
Publicar un comentario