La quinta
generación de cazas de reacción es
un concepto discutido de la aeronáutica militar. En principio la integrarían los cazas, o F-22 Raptor que
comenzaron a ser producidos a principios del siglo XXI o a lo sumo
en la década de 1990 y, los cuales o el cual, reúnen una ventaja o combinación
de características que los hace superiores a modelos como el F-14, el F-1 o el MiG-29. Pero qué
ventaja es esa o qué características deben concurrir en un caza para
considerarlo de quinta generación es algo discutido entre los expertos. Tampoco
hay acuerdo en lo referente al mismo concepto de generación, pues no está claro
si el armamento evoluciona por saltos generacionales o, más bien, sigue un
progreso constante para limar los fallos encontrados, pero no a saltos como sí
se ha producido en otras tecnologías.
Los distintos conflictos bélicos han indicado
distintas lagunas y posibles caminos que seguir. Así el motor de reacción apareció para remediar los problemas encontrados en los
de explosión utilizados en la Segunda Guerra Mundial, tras la de Corea las máquinas
se diseñaron para transportar gran cantidad de misiles a gran velocidad y
altitud y tras la de Vietnam se concibieron
aeronaves más maniobrables. Pero la quitan generación no es fruto de las
experiencias obtenidas en una contienda determinada, sino de la llegada de una
o más tecnologías nuevas que han hecho posibles nuevas virtudes.
Según la
tecnología que se determine se constituye un tipo de clasificación u otra, con
más o menos número de generaciones y en las cuales dos aparatos pueden ser
considerados de la misma o de distinta etapa generacional. Ninguna de dichas
clasificaciones está exenta de problemas, pero una muy repetida es la que se
guía por las propiedades del aparato. En este último caso, la lista de
atributos dista mucho de ser algo consensuado, ni existe acuerdo en la
jerarquización de los susodichos atributos. Pese a ello se han apuntado entre
cinco y nueve características, salvo autores que indican exclusivamente una.
De
todos los posibles miembros de la quinta generación, sólo un caza, el F-22 Raptor,
cumple con todas. Los demás carecen de una o más, incluido el Lockheed
Martin F-35 Lightning II.
El concepto no está exento de críticas debido
a todas estas discrepancias, la popularización tan rápida del término y los
abusos de su empleo coincidiendo con los problemas y retrasos acumulados por el
F-35. Se ha indicando que muchas veces contribuye a justificar las grandes
sumas de dinero gastadas en un avión, el Lockheed
Martin F-35 Lightning II, que no ha
demostrado sus capacidades y cuenta con rivales tan buenos o mejores ya en
servicio. Existen autores, como de Briganti, que critican el término,
calificándolo de mito y afirmando que sólo se circunscribe a los modelos
desarrollados por una empresa: la Lockheed-Martin.
En cualquier caso, parece haber consenso
entre los expertos acerca de ser la última. Cuando estas aeronaves entraron en
servicio ninguna nación o empresa estaba trabajando en un nuevo modelo y ya se
preveía que los aparatos no tripulados ocuparían su lugar en el futuro, gracias
a su muy baja detectabilidad -por su reducido tamaño-, bajo precio y ser
sacrificables sin pérdida de vidas humanas. Además, en los últimos conflictos
del siglo XX los cazas genuinos habían demostrado ser inútiles por no tener a
nadie contra quien luchar.
PRIMERA PARTE
FUENTE : www.wikipedia.com
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